Esto es mas que una racha

Así es, esto es una racha de mas de 30 partidos antes de visitar la Nou Camp Nou o como se llame ahora o en el futuro. Me está sorprendiendo gratamente Zidane en cuanto a resultados porque en el juego hay veces que no le sale y en otras da lecciones de fútbol como la semana pasada ante los colchoneros.

Otro aspecto a destacar es que el galo hace los once iniciales atendiendo al gusto, planteamiento, enfermería, etc. sin tener en cuenta quien es quien por ficha o DNI. Es algo que me gusta, además ante la prensa lo hace sonriendo y siempre diciendo lo que quieren oir aunque después haga lo contrario sobre el campo.

Respecto a esto, el ejemplo es James que parece ser el típico jugador que en su primer año lo hace todo de 10 y cuando ya tiene al público ganado, se toca las colombianas en los posteriores. A este paso, va a ser una venta clara siempre y cuando encuentre comprador. La oposición a esta situación es Isco, que ante la adversidad se creció en el Calderón, demostrando lo que puede dar a este equipo.

Pero hablemos de rachas de no perder, aunque también juegan con el riesgo habitual de todos los equipos del Real Madrid que conozco que es el inconformismo. El verse superior a un rival, dormirse en los laureles y tener que arreglar todo en 5 minutos. De hecho, los 5 empates que se han dado este año han sido así: marcamos pronto, nos relajamos, nos empatan y a remar contracorriente. pero este defecto del madridismo va a ser difícil de superar.

Llegamos a Barcelona con 7 puntos de ventaja (todavía no ha jugado el Barça, en el peor de los casos serían 4). Viendo el nivel desplegado esta temporada por unos y otros, hay que estar confiantes en sacar algo bueno. Entre otras cosas porque podría suponer pegarle un estacazo al eterno rival tal y como sucedió el año pasado aunque no sirviera para mucho.

La Undécima como punto y final

Hace casi un mes que acabó la temporada oficial para el Real Madrid con el broche de oro de la Copa de Europa. Un partido a priori que parecía iba a ser mas sencillo por las sensaciones que se preveían, pero contemplando el partido fue mas dificultoso que lo esperado.

Tal fue, que se tuvo que ir a los penaltis, donde manda el físico tras 180 minutos y la cabeza tras ese mismo tiempo. Los antecedentes no auguraban un buen final, pero era momento de demostrar porque unos jugadores son top y otros no. Y ahí estuvo la clave, bueno, y en el fallo de Juanfran que definía la final.

Con La Undécima en las vitrinas no debemos ocultar que la temporada ha sido un despiporre hasta que llegó Zidane y los jugadores se "centraron". Para la temporada siguiente no estaría de mas que también se centraran en el resto de competiciones ya sea a nivel directivo como deportivo. El final fue dulce, quien lo iba a decir, pero no hay paz para tanto partido.

Las semifinales para Milan

La eliminatoria de cuartos de final de la Champions League ante el Wolfsburgo tenía trampa, como dije en la anterior entrada, todo depende de la implicación de los jugadores. Trampa porque era el rival asequible que todo el mundo quería, y eso conlleva a la impresión de que está todo resuelto de antemano.

Conociendo a este equipo basta que al rival se le considere débil para afrontar el partido de ida como se afrontó. El inicio fue prometedor, incluso con penalty no pitado sobre Bale, pero casi sin comerlo ni beberlo al descanso se llegó con un 2-0. En los siguientes 45 minutos, la imagen dada por el Real Madrid no prometía que se pudiera acortar el marcador, tal y como ocurrió.

¿Qué ocurre cuando en la ida de una eliminatoria se pegan un petardazo? que en la vuelta hay que recurrir a la épica, a Juanito, al autobús, etc. Esta vez se respetó mas a Juanito, gracias a que sus hijos salieron a la luz pública pidiendo ese respeto. Con lo cual quedaba la épica y el autobús. En cambio, ese olor a remontada por mucho que se dijera, no llegaba y creo mas bien porque la superioridad sobre el papel era tal que no conseguir meter tres goles hubiera sido un fracaso absoluto.

Llega el partido, todo con calma, hasta que en dos minutos o minuto y medio, Cristiano Ronaldo marcó dos goles. Pero como nos acostumbra este equipo, cuando se consigue el primer objetivo viene la fase dormidera. temía que ocurriera como el día del Bayern y el penalty de Ramos a la Estación Espacial. Así pasaban los minutos hasta que en una falta, un tipo de la barrera se abrió y pasó el balón lanzado por CR7 ¡milagro! gol de falta y clasificación.

Ahora en semifinales llega el Manchester City de Pellegrini, ya se está quejando el mundo antimadridista de la "flojera blue", habría que decir que solo hay cuatro equipos en competición y en el sorteo. Por otro lado, en Liga al Barça le están entrando los sudores de la muerte y ya tiene a Atlético y Real Madrid pegados aunque por calendario, el Madrid lo tiene difícil prque no hay que pensar en otra remontada en liga. Esperemos acontecimientos.

Cuando se quiere, se puede

Así tal cual, cuando se quiere, se puede. Zidane llegó al partido del Clásico como era en su época de jugador. Combinaba la tranquilidad con la calidad y la definición. Durante toda la semana desde todos los lugares habidos y por haber, tanto del lado madridista como no madridista se intuía que el Barça iba a meterle un carro al Madrid.

Pero Zidane ya dejó bien claro su objetivo, y era sacar el equipo que quería y que podía dar un resultado favorable. No se plegó a aquellos que publican cosas tales como "deben jugar los mejores", pues no, tienen que jugar los que mejor se adapten al planteamiento del entrenador. Y ese planteamiento fue muy sencillo, que recordó a la mejor época de Mourinho, estar todos juntos tanto para atacar como para defender, bien situados y saliendo con decisión y claridad a la contra.

Se podrá hablar de muchas cosas, pero si un equipo ataca con 11 y defiende con 7-8 entonces tu rival, por muy malo o bueno que sea, cuando te ataque siempre tendrá oportunidades. Eso fue lo que ocurrió en el partido, los once jugadores del Real Madrid defendieron. Pero no defendieron como un equipo pequeño, que es lo que están vendiendo desde el país pequeñito, sino defendiendo de tal manera que anule el ataque del contrario. Hay dos maneras de defender: una, poniendo un autobús (como haría cualquier equipo pequeño) y quitarse el balón como sea; y dos, tejer un entramado en la línea de creación del rival que lo agote físicamente porque en el momento de la recuperación de balón, el manejo, la calidad y la superioridad física marcarán el devenir del encuentro.

Si los jugadores se lo creyeran y viendo las declaraciones nerviosas de los culés, se podría aspirar a la Liga y no centrar todo a la Champions, a pesar de que sean solo 5 partidos en el mejor de los casos. Como decía en la anterior entrada, mientras que todo esté en las manos de los futbolistas, hay que rezar para que decidan hacer algo grande. En otro orden de cosas, la actuación de Ramos y su suerte de haber conseguido la renovación que le va a asegurar una jubilación dorada cuando yaestá demostrando síntomas de desgaste.

Esperando el cambio

Tras la salida de Rafa Benítez de aquella manera, como siempre ocurre cuando un entrenador es ratificado, lo más sencillo es que sea cesado. Y la manera fue la de la "cama" que le han hecho los peces gordos del vestuario. Ya la llegada del madrileño vino torcida viendo las despedidas que le rindieron los jugadores a Ancelotti y la cara que le pusieron a Rafa el primer día en la primera charla.

Estaban tan cómodos con el entrenador italiano porque sabían que independientemente del resultado en cada partido, los palos iban dirigidos a Carletto. Pero les salió mal la jugada cuando desde la cúpula directivo decidieron prescindir de él. Por tanto, da igual el responsable técnico que viniera, el siguiente en coger el banquillo ya llegaba cruzado.

Y llega Zidane, lo que querían los jugadores, la cara es el espejo del alma en su regreso a las luces. A partir de ahora, será más fácil que el equipo gane puesto que los integrantes de la plantilla ya no tienen el colchón del míster para los fracasos, todas las miradas están apuntándoles. Para terminar, solo queda reseñar los ridículos espantosos en los despachos con los casos de la Copa y de la sanción FIFA.